A las siete en punto de la tarde, cuando ingresé a la pizzería, detecté una mano al final de un brazo extendido, flameando al fondo del salón. Era mojarritas contenta de encontrarse con el primer becero llegado a la cita, akahige-nide. Rato después llegó mycolorbuttons con vista de lince al reconocer desde la vereda de enfrente una porción de la coronilla del varón integrante de la mesa ya reunida. Hasta ahí ya habíamos asistido los previstos. Pero hubo más para alegría de todos al volvernos a ver. Merodeando por la zona nos vino a visitar un largo rato siluvana. Minutos antes que ella partiese arribó elidanora y así se completó el quinteto de participantes de junio 2017.
Se desarrolló como si de un guión de una película dramática o una obra de teatro se hubiera escrito. Emociones fuertes en todo sentido nos derivó la conversación. Noticias impactantes, alegres, relatos de viajes de aventuras, de futuras mudanzas, de proyectos hogareños, momentos de mucha risa bordeando la carcajada por instantes. Y viajes, viajes de todo tipo, ya hechos y rememorados, programados, idealizados, soñados, esperanzados. Y los libros sumándose en vertical. Y manos traviesas apoderándose de lomos seleccionados mientras se atendían llamadas telefónicas, jajaja, pícaras manos.
La verdad las horas pasaron sin notarse. Cuando decidimos irnos, ya eran las 22:45 horas. Casi cuatro horas de charla irrefrenable, con tantas novedades a la vista...
Eso es un primer pantallazo. Quien quiera de las damas aportar desde su propia mirada...
El siguiente Encuentro nos espera.
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